O todos los caminos llevan a plaqueta
Tenía que decirlo.
Este asunto del post pasado fue inspirado en parte por una chava cuyo nombre ha sido recurrente en mi vida virtual. Un día visito el blog de una amiga que nada que ver, y de alguna manera me lleva a su blog. Ok. Como un mes después entro a una página de mi secu y veo que alguien la critica exponencialmente (nótese mi lenguaje geek)... la misma chava. Así me paso una serie de veces que ya tengo borrosa en la mente, pero bueno. Su estilo y nombre quedaron medio presentes en mi cabeza. Yo dije bah, coincidencias.
Hoy, yo andaba dándole a eso del twitter, que por cierto no se me da muy natural y que encuentro algo referente a la misma chava. Yo dije yaaa no inventes, alguien más tiene que ser capaz de ponerse el mismo nickname ... o será ella tan original? Y ¿Cuál va siendo mi sorpresa? La miiiisma. Entonces decidí dejarle un tuit preguntándole si nos conocíamos. Por curiosa, luego de escribir mi post de la finísima persona, googleo su nombre y resulta que es toda una celebridad. Que escribe, despotrica y le pagan por eso (bueno, por lo primero, lo segundo no sé).
No saben la arrepentida que me di. Me resisto a la gente famosa. O me resisto a tuitear con gente famosa. Lo bonito de los rincones del Internet, es un poquito de privacidad, poquito nada más. Pero no tuve buen tino y ahí voy a asomar la cabezota. Mi siguiente tuit seguro va a terminar en el de Adal Ramones o algo así. Guardando las abismales diferencias de los personajes mencionados.
Y hoy, me siento mariquita.
Ah sí, y la chava se hace llamar Plaqueta.
Como diría un cuate: Muchos LOLs para mí. O a modo de onomatopeya: PLOP!
1 comentario:
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