Cuando desperté de mi primer día de alcohol, desperté con el recuerdo de una pesadilla, cuando desperté de mi segundo día de alcohol, entendí que estaba nuevamente en lo más profundo de la obscuridad de mi consciencia. Cuando me miré al espejo ví las uñas del tiempo en mi alma. Noté un gran vacío en ella, y solo pude sentir lástima por mi. Cuándo entenderé que solo fue un sueño lo vivido, que nunca existió, que nunca fue real. Cuando llegue al final de mis días, habré deseado la muerte tantas veces como para reconocerla en cuanto la vea.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario